El tournedó es la mejor carne que hay y de hecho, la única que como. El corte es limpio, estupendo, y se rodea de una tira de tocino que le proporciona una grasita que hace que la carne esté muy tierna y muy jugosa.
Recomiendo hacerla simplemente a la plancha, sin añadir nada más, con fuego suave y durante unos 10 minutos por cada lado ya que el filete es gordito y así queda hecha por dentro: ni roja ni sangrante. Al menos a mí me gusta así.
Suelo acompañarla con cebolletas blancas a la plancha hechas en el mismo aceite sobrante de la carne y con tomates a la provenzal que los hago metiendo los tomates partidos por la mitad, al horno con un poco de sal gorda por encima, un poquito de azúcar y perejil. Que se hagan unos 15 minutos, no hace falta más, sino se deshacen. Si se quiere, una salsa de pimienta también le viene muy bien a esta carne o una mostaza de Dijon.
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